miércoles, 25 de septiembre de 2024

Defensa de la poesía

                                           

                                        Breve defensa de la poesía


W. H. Auden

1

La poesía es el más personal, el más íntimo de los diálogos. Un poema sólo tiene vida cuando un lector responde a las palabras que el poeta escribió.

2

En una sociedad opulenta como Estados Unidos, las regalías dejan bien claro al poeta que la poesía no es popular entre los lectores. Para cualquiera que trabaje en este medio, creo que esto debía ser más un motivo de orgullo que de ver­güen­za. El público lector ha aprendido a consumir incluso la mejor narrativa como si fuera sopa. Ha aprendido a mal emplear incluso la mejor música, al usar­la de fondo para el estudio o la conversación. Los ejecutivos empresariales pueden comprar buenos cuadros y colgarlos en sus paredes como trofeos de es­tatus. Los turistas pueden “hacer” la gran arquitectura en un tour guiado de una hora. Pero gracias a Dios la poesía aún es difícil de digerir para el público; to­davía tiene que ser “leída”, esto es, hay que llegar a ella por un encuentro per­so­nal, o ignorarla. Por penoso que sea tener un puñado de lectores, por lo me­nos el poeta sabe algo sobre ellos: que tienen una relación personal con su obra. Y esto es más de lo que cualquier novelista de best sellers podría reclamar para sí.

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Traducción: Delia Juárez
Fuente: Nexos (http://www.nwxos.com.mx/p=4788).

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Para qué mi amiga el mar...

                                             

                         Jorge Eduardo Eielson

 

Cero*
 

entonces, dime para qué
mi amiga el sol la perfección
es roja triste cero tu alegría cero
el árbol verde rojo el fruto
y cielo y tierra y noche y día cero
el sol carnívoro tus ojos
verdes rojos tus dos labios tristes
cero tu mirada alegre todo
para nada
entonces dime para qué mi amiga
noches gritos nebulosas
pálidos millones cielos si no existe
el sol tus ojos tú la noche tus ojos
rojos tristes tus dos labios
verdes siempre alegres míos dime
para qué mi amiga el mar
la perfección la vida
cero
doble cero carnicero rojo y verde
alegre y triste labios y ojos
sólo cero y siempre y nunca cero
cero cero cero cero cero
y yo aún y tú aún y todo y nada
y noche y sol y tierra y cielo cero
cero cero cero cero cero cero cero

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* Eielson, Jorge Eduardo. Poesía escrita. Prólogo de Ricardo Silva Santisteban. Lima: Instituto Nacional de Cultura, 1976, p. 161.


martes, 3 de septiembre de 2024

Eguren: música, pintura, poesía

                                                 


                                          



                        Arte inmediato


 José María Eguren

(1874-1942)


La música y la pintura son propiamente el arte, como expresión directa del sentir estético. La música distiende un panorama de contento, pesar y fantasía; es la emoción que se revela en el sonido del llanto o de la risa, de las humanas voces y las instrumentales. La música y la pintura son universales, su idioma es comprendido por todas las naciones. La música es de expresión inmediata; la pintura es un efecto y la acción de éste un resultado inmediato. La poética difiere de estas primeras en la condición necesaria del elemento musical. Un verso arrítmico no es la poesía directa, sino la indicación de ésta: el álgebra sentimental tocada en lógica: Un tal verso nos lleva a la precisión de pensarlo antes de sentirlo. Un verso musical se siente en contacto con el pensamiento estético indicativo. La música de la palabra da al pensamiento hermoso escrito u oral la intensidad necesaria, pues la palabra como signo es precisa y limitada. La extensión penetradora del arcano de sentimiento y belleza que es la poesía. La poesía exteriorizada en verso o en prosa melodiosos, nos causa el estremecimiento físico; un efecto inmediato igual al producido por la música y la pintura. Un lienzo de celestía y dulzura nos toca de su ensueño y nos eriza el cabello como si nos trasladara a un plano innatural. Una sinfonela nos conmueve con un floral de recuerdos y la neblina azul de la puerta infinita. Un poeta dice su emoción en una espontaneidad musical de palabra, en la esencia misma de su objetivo ideal. La palabra hace comprender la belleza y la música sentirla. La literatura es como la inteligencia, un instrumento no una causa, el lado físico del cual no puede prescindir el arte. La naturaleza es el puntal de toda noción estética, pero no es el arte inmediato por excelencia. La sinfonía es una instrumentación del canto; su técnica es una dirección propia del hombre, enteramente necesaria; el modo del hombre. La poesía es música, colorido e imagen; arte inmediato cuando funde estos valores en un solo movimiento, pero basta un pensamiento antiestético, una apariencia de raciocinio, para no ser poesía. Esta se produce en un don de sentimiento libre y estético con palabras habituales. El arte es exponente de luz y sombra, comprensión y misterioso; enteramente humano, revela humanización espiritual de la naturaleza, producto de nuestra psicología y nuestra física; cuanto más inmediato al hombre más perfecto. La pintura es la más objetiva y la menos metafísica de las artes; un arte directo por atracción; la naturaleza nos llama: el óleo está en ella, está en nuestra substancia medular, en nuestro corazón. El hombre y la Naturaleza están pintados al óleo. Cuando se ejecutan cierto tiempo la acuarela y la témpera mate, la retina transparente o asperizada, al separarse de ellas ve el óleo en todas partes. El óleo es la naturaleza, la acuarela es el Arte. El artista se vale de los colores, no para la expresión de la primera, sino para su expresión. Necesita una acción libre y la acuarela es libre por su propia calidad. La acuarela se resuelve inmediatamente como el dibujo al carbón; un modo de arte. El modo es movimiento espontáneo y especial del hombre, es lo exterior de cuya esencia se vale para exteriorizar su espíritu. El modo inmediato de la poesía es el canto lírico y el diario íntimo. La novela es una objetivación inmediata. El novelista es un penetrador de humanidad. Todo hombre tiene su novela, algunos no la escriben y tratan de candorosos a los novelistas ignorantes de la vida. Pero el primer valor del arte inmediato lo alcanza la música, pues aunque su técnica maravilla, es el único arte que se puede realizar sin técnica. El canto, su esencia, tan libre como la respiración, es el sentimiento puro. La danza, música del silencio, es el ritmo, palpitación de la vida. El arte inmediato se afirma en un postulado musical, lleva su imagen de harmonía, su arquetipo tonal, su ritmo intenso. La pintura contiene un compás silencioso, un consonante colorido, la música, el ritmo vivo. Una vibración libre circunda la mente en sus erranzos somnes, el lirismo es la esencia del arte inmediato, la escala superior del sentimiento.

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Tomado de:
Eguren, José María. Obras completas. Edición, prólogo, notas, bibliografía y dirección de la edición de Ricardo Silva-Santisteban. Lima: Banco de Crédito del Perú, Biblioteca Clásicos del Perú/7, pp. 229-230.