lunes, 27 de junio de 2022

¡Oh, amor apasionado e inefable!

 





WALT WHITMAN

 

Canto de mí mismo

 

XI

 

Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma,
Los placeres del cielo están conmigo y los tormentos del infierno están conmigo,
A los primeros los injerto e incremento en mí mismo, a los segundos los traduzco a una nueva lengua.

Soy el poeta de la mujer al igual que el del hombre,
Y digo que es tan grande ser mujer como ser hombre,
Y digo que nada es tan grande como la madre de los hombres.

Entono el canto de la expansión y de la soberbia,
Hemos vivido caídas y desprecios suficientes,
Y muestro que el tamaño es tan sólo crecimiento.

¿Has superado a los demás? ¿eres tú el Presidente?
No importa; todos llegarán ahí e irán más lejos.

Soy el que camina con la noche tierna y creciente,
Invoco a la tierra y al mar semienvueltos por la noche.

¡Noche, cíñeme a tu pecho desnudo —cíñeme, noche magnética y fecunda!
¡Noche de los vientos del sur —noche de grandes y escasas estrellas!
¡Noche tranquila que me invita —noche de verano loca y desnuda!

¡Sonríe, oh tierra voluptuosa de aliento fresco!
¡Tierra de árboles soñolientos y líquidos!
¡Tierra de crepúsculos muertos —tierra de cumbres
envueltas en la niebla!
¡Tierra del fluir cristalino de la luna llena recién teñida
de azul!
¡Tierra del brillo y de la sombra que jaspean la corriente del río!
¡Tierra del gris límpido de las nubes que brillan y se aclaran para mí!
¡Tierra vertiginosa y yacente —tierra rica de manzanos en flor!
Sonríe, que tu amante llega.

¡Pródiga, me has dado amor —y amor te devuelvo!
¡Oh, amor apasionado e inefable!

 


martes, 7 de junio de 2022

Dadora de infinito

 


Vicente Huidobro

(Chile, 1893-1948)

 
Altazor

 
      CANTO II
      
      Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
      Se hace más alto el cielo en tu presencia
      La tierra se prolonga de rosa en rosa
      Y el aire se prolonga de paloma en paloma
      Al irte dejas una estrella en tu sitio
      Dejas caer tus luces como el barco que pasa
      Mientras te sigue mi canto embrujado
      Como una serpiente fiel y melancólica
      Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
      ¿Qué combate se libra en el espacio?
      Esas lanzas de luz entre planetas
      Reflejo de armaduras despiadadas
      ¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
      En dónde estás triste noctámbula
      Dadora de infinito
      Que pasea en el bosque de los sueños
      Heme aquí perdido entre mares desiertos
      Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
      Heme aquí en una torre de frío
      Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
       Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
      Luminosa y desatada como los ríos de montaña
      ¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
      Te pregunto otra vez
      El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
      En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos
                   de flor
      Te hablan por mí las piedras aporreadas
      Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
      Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
      Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
      Dormido en tu memoria
      Te habla por mí el arroyo descubierto
      La yerba sobreviviente atada a la aventura
      Aventura de luz y sangre de horizonte
      Sin más abrigo que una flor que se apaga
      Si hay un poco de viento
      Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
      Se pierde el mundo bajo tu andar visible
      Pues todo es artificio cuando tú te presentas
      Con tu luz peligrosa
      Inocente armonía sin fatiga ni olvido
      Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
      Construido de miedo altivo y de silencio
 
      Haces dudar al tiempo
      Y al cielo con instintos de infinito
      Lejos de ti todo es mortal
      Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
      Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
      He aquí tu estrella que pasa
      Con tu respiración de fatigas lejanas
      Con tus gestos y tu modo de andar
      Con el espacio magnetizado que te saluda
      Que nos separa con leguas de noche
      Sin embargo te advierto que estamos cosidos
      A la misma estrella
      Estamos cosidos por la misma música tendida
      De uno a otro
      Por la misma sombra gigante agitada como árbol
      Seamos ese pedazo de cielo
      Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
      La aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
      En vano tratarías de evadirte de mi voz
      Y de saltar los muros de mis alabanzas
      Estamos cosidos por la misma estrella
      Estás atada al ruiseñor de las lunas
      Que tiene un ritual sagrado en la garganta
 
      Qué me importan los signos de la noche
      Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
      Qué me importa el enigma luminoso
      Los emblemas que alumbran el azar
      Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
      Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
      Qué me importa el nombre de la nada
      El nombre del desierto infinito
      O de la voluntad o del azar que representan
      Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
      O banderas de presagio y de muerte
      Tengo una atmósfera propia en tu aliento
     La fabulosa seguridad de tu mirada
             con sus constelaciones íntimas
      Con su propio lenguaje de semilla
      Tu frente luminosa como un anillo de Dios
      Más firme que todo en la flora del cielo
      Sin torbellinos de universo que se encabrita
      Como un caballo a causa de su sombra en el aire
      Te pregunto otra vez
      ¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
      Tengo esa voz tuya para toda defensa
      Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
      Esa voz en que cae la eternidad
      Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
      ¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
      Un cometa sin manto muriéndose de frío
      Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
      Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
      Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan
      Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
      De un Dios encontrado en alguna parte
      Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
      El pájaro de antaño en la clave del poeta
      Sueño en un sueño sumergido
      La cabellera que se ata hace el día
      La cabellera al desatarse hace la noche
      La vida se contempla en el olvido
      Sólo viven tus ojos en el mundo
      El único sistema planetario sin fatiga
      Serena piel anclada en las alturas
      Ajena a toda red y estratagema
      En su fuerza de luz ensimismada
      Detrás de ti la vida siente miedo
      Porque eres la profundidad de toda cosa
      El mundo deviene majestuoso cuando pasas
      Se oyen caer lágrimas del cielo
      Y borras en el alma adormecida
      La amargura de ser vivo
      Se hace liviano el orbe en las espaldas
 
      Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
      (Reconozco ese ruido desde lejos)
      Cuando las barcas zozobran y el río arrastra
                  troncos de árbol
      Eres una lámpara de carne en la tormenta
      Con los cabellos a todo viento
      Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
      Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
      Como la mano de una princesa soñolienta
      Con tus ojos que evocan un piano de olores
      Una bebida de paroxismos
      Una flor que está dejando de perfumar
      Tus ojos hipnotizan la soledad
      Como la rueda que sigue girando después de la catástrofe
      Mi alegría es mirarte cuando escuchas
      Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
      Y te quedas suspensa largo rato
      Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
      Nada tiene entonces semejante emoción
      Ni un mástil pidiendo viento
      Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
      Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
      Ni el arcoíris con las alas selladas
      Más bello que la parábola de un verso
      La parábola tendida en puente nocturno de alma a alma
      Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
      Con la cabeza levantada
      Y todo el cabello al viento
      Eres más hermosa que el relincho de un potro
                  en la montaña
      Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
      Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
      Eres más hermosa que la golondrina atravesada
                   por el viento
      Eres el ruido del mar en verano
      Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
      Mi gloria está en tus ojos
      Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
      Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
      Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
      Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
      Y un viento de océano ondula tus pupilas
      Nada se compara a esa leyenda de semillas
                  que deja tu presencia
      A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
      Tu voz hace un imperio en el espacio
      Y esa mano que se levanta en ti como si fuera
                    a colgar soles en el aire
      Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
      Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo
                     en la eternidad
      Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
      Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas
                     del éter
      Y ese beso que hincha la proa de tus labios
      Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
      Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
      Dormido a la sombra de tus senos
 
      Si tú murieras
      Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
      Perderían el camino
      ¿Qué sería del universo?